Oriana Sanchez

Nunca estuve segura de mi lugar en el mundo. Solo sabía que tenía una mente teñida de pensamientos y un cuerpo movilizado por ideales. Que la verdad y las historias me hervían en la piel. Por eso me refugié en el periodismo.
Atravieso las calles de Corrientes con sensibilidad y curiosidad. Con el tiempo desarrollé una fascinación por las realidades que no se ven. Mi lugar, en realidad, es la palabra y la uso para nombrar lo que es ignorado.