
Siempre pensé que el lugar donde vivo era aburrido: la sombra de Rosario, Pérez. En cuanto empecé a salir de casa, me di cuenta que podía darle los colores que quisiera. Pinto todo de caos y lo escribo en novelas.
A los 13 años descubrí que el drama es más divertido leerlo que vivirlo. Así que planee empezar a cambiar el mundo.
Desde la fantasía, pero también desde el activismo feminista. Ser mujer es una lucha de todos los días.